Ese control, relacionado con las características físicas de cada triatleta, la planificación desarrollada por éste y las características de la prueba a preparar, han de estar relacionados con el planteamiento táctico a la hora de afrontar un Ironman.
El sector de ciclismo, los 180km, marcan en la mayoría de las competiciones la forma de preparar tácticamente el resto del día de esfuerzo. Y para ello, en los últimos años, la ciencia y algunos grandes deportistas (como Lance Armstrong, Normann Stadler o Chris McCormack) han demostrado a través de su altísimo rendimiento la eficacia de un sistema de medición y control de las cargas cada vez más utilizado también por los triatletas de grupos de edad: los medidores de potencia.
Gracias a ellos se puede controlar de forma precisa la intensidad de cada entrenamiento o el grado de fatiga que se acumula en una sesión. Asimismo, durante los 180km de un Ironman se utilizan para poder mantener una relación adecuada entre gasto energético y velocidad de desplazamiento. Con ello se busca conseguir el equilibrio correcto entre ambas de tal manera que se comience la maratón en las mejores condiciones posibles para llegar a meta tras correr unos buenos 42km.
Como dato específico sirva decir que, mientras los profesionales mueven con facilidad cifras de entre 300 y 400watios, los triatletas pertenecientes a grupos de edad generan entre 225 y 300watios de media. Pero la diferencia no queda ahí. Además, los primeros son capaces de bajar a correr con menor fatiga acumulada, gracias a la eficiencia de su pedalada y al mayor volumen entrenado y asimilado durante la preparación para su Ironman.
Claro está que para completar todo el recorrido, además de medir los watios, tanto a unos como a los otros les hará falta la voluntad de producir esa potencia sobre las dos ruedas. En definitiva, no les bastará con poder, sino que les hará falta querer.
Lance Armstrong fue uno de los primeros deportistas en demostrar la eficacia de los potenciómetros, entrenando con ese sistema para conseguir sus siete Tour de Francia. En la imagen se encuentra en el tunel de viento donde, además, miden parámetros relativos a la aerodinámica y al gasto energético en cada posición. (Foto: Lance Armstrong).
