Su punto culminante llegó en la década de los 90 cuando "Hell on Wheels" (el infierno sobre ruedas), nombre con el que era conocido Thomas Hellriegel, se impuso en Hawai en 1997 con una apuesta estratégica totalmente distinta a la que hasta la fecha había sido la tónica dominante: invertir el máximo esfuerzo sobre la bicicleta para posteriormente en la maratón, tratar de mantener la ventaja adquirida en 180 km de locura.
Y es que Alemania es un país donde el ciclismo y el Ironman son pruebas de referencia. No es de extrañar por lo tanto que en las pruebas más rápidas del circuíto sean los triatletas alemanes los que mayor rendimiento obtengan en el sector sobre ruedas, una variable que les favorece a la hora de colocarse en las mejores posiciones para optar a las plazas que en los grupos de edad dan acceso a competir en Hawai.
Esa misma dinámica es la que también planteó Norman Stadler en sus dos títulos en "La Meca" del IM. En el año 2004 rompió todas las barreras al finalizar las 112 millas de Hawai en 4h18' lo que le alejó suficientemente del resto de competidores como para llegar a meta como el segundo alemán que vencía en el Campeonato del Mundo de la distancia.
Dos años después, en 2006, repitió su apuesta y... le volvió a funcionar. En el sector de ciclismo abrió una gran brecha entre él y el otro gran favorito para esa edición, el australiano Chris McCormack, que se fue reduciendo segundo a segundo durante los 42km de maratón hasta ser de tan solo 1'10'' cuando Stadler cruzó como vencedor la línea de llegada. Fue la distancia más corta entre los dos primeros clasificados en Hawai.
Gracias a esa larga historia de amor entre los teutones y el IM, el próximo 1 de agosto del 2010 se celebrará la primera edición del Ironman Regensburg. Será junto al IM de Frankfurt el otro gran evento de este deporte en tierras alemanas.
Thomas Hellriegel, "Hell on Wheels", entrando vencedor en el Ironman de Hawai de 1997. (Foto: http://archives.starbulletin.com/)